DÓNDE: CINE COSMOS UBA - Av. Corrientes 2046 - CABA
FUNCIÓN: lunes 28 de octubre a las 17.00 hs
ENCUENTRO: a las 16.30 hs en el hall frente a boletería
ENTRADA GENERAL: $1640 // JUBILADOS: $980
Título: LO MEJOR ESTÁ POR VENIR
Título Original: Il sol dell'avvenire
Año: 2023
País: Italia
Género: Comedia
Duración: 95 minutos
Dirección: Nanni Moretti
Actores: Nanni Moretti, Margherita Buy, Silvio Orlando, Barbora Bobuľová, Mathieu Amalric, Jerzy Stuhr, Anger Zsolt, Teco Celio, Valentina Romani, Flavio Furno
Guion: Francesca Marciano, Nanni Moretti, Federica Pontremoli y Valia Santella
Música: Franco Piersanti
Fotografía: Michele D’Attanasio
Edición: Clelio Benevento
Producida por: Nanni Moretti and Domenico Procacci
Sinopsis: Giovanni (Nanni Moretti) dirige su nueva película ambientada en 1956. Pero la relación con su esposa Paola, productora ella, está en crisis, su hija Emma rebelde y su productor Pierre al borde de la bancarrota, todo parece estar en su contra. También escribe una película a partir de El nadador de Cheever e imagina una película con muchas canciones italianas. Giovanni deberá replantear mucho en su vida, si quiere que lo que está por venir sea mejor.
TRAILER
https://www.youtube.com/watch?v=-_1I-RARPxM
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OPINIÓN de Anabel Villalba para Espectáculos de Acá
ResponderEliminarEl cine y sus resoluciones
Un conocido cineasta italiano, Giovanni, se prepara para rodar su nueva película ambientada en el pasado mientras que intenta descifrar una realidad que lo decepciona, deberá replantear entonces su accionar personal y profesional para lograr cambiarla.
Lo mejor está por venir es un largometraje que combina la comedia y el drama de forma equilibrada, además se exponer sensible y audazmente una profunda conciencia política, social y cultural. Nanni Moretti, director y actor de sus películas, cuenta con una amplia filmografía en donde retrata estos temas.
En esta hora y media, el espectador ve una película sobre cine, utiliza las narrativas autorreferenciales como dilema a desarrollar. Se trata de una ironía de él mismo, de sus creencias y convicciones para la realización de películas y, además, la pesada traba de la industria cinematográfica.
Una película que resuena por la multiplicidad de citas y referencias cinematográficas que contiene y por los diferentes temas y conflictos que representa. El guion de Moretti le permite combinar diferentes capas de sentido, tonos y estilo. Esto es posible, porque el cine se ve como una obra de arte, autárquico, autónomo y autosuficiente; se plantea una lógica aceptada por el espectador, un universo verosímil desde la propia forma, coherente, donde todo parece ser posible, incluso el cine sobre el cine. El metacine es un subgénero que desafía la narrativa e innova en el lenguaje cinematográfico, de esta forma, la metaficción, expone en esta película, la practica artística develando lo más íntimo y sensible, de los dilemas de un director que intenta salir de la industria a la que constantemente nombra.
Lo mejor está por venir deja entrever ya desde el título, un futuro prometedor, en este sentido la fotografía del largometraje tiene una propuesta cálida, colorida y luminosa, que, pese a que el relato tenga una clave nostálgica del presente mientras que a su vez retoma el pasado, se retrata una mirada optimista de lo que vendrá, de un futuro próximo que parece estar al alcance de las manos. Si bien el color de la película en su totalidad es fundamental en la puesta cinematográfica, también hay que destacar la propuesta de la cámara, que termina siendo el objeto que recorre las reflexiones de Nanni Monetti entre los diferentes tiempos sugeridos: el presente de las relaciones interpersonales, el pasado de la película que quiere filmar y el futuro de su carrera, poniendo en conflicto y en evidencia las emociones del director-actor en primer plano, llenar los vacíos de la vida por medio de las herramientas que propone el cine y través de él, como dice el protagonista.
Esta película independiente, intenta de principio a fin, reflexionar junto al público, de la propia práctica del cine e incluso del rol del espectador en él. Nanni Moretti espera en este cine de autor, que las películas hagan sentir algo, que prevalezcan las emociones, traspasar la pantalla y tocar lo sensible. Una experiencia que en los vaivenes de la multiplicad de tópicos en los que se centra, representar la vida, el cine, la familia, el compromiso político, la nostalgia y la melancólica, repleta de referencias, música, color y un profundo amor por el cine, parecen ser la manera de encausar el retrato más profundo y prometedor del director.
Opinión por Juan Pablo Cinelli para Diario Página12: "Lo mejor está por venir", un Nanni Moretti auténtico
ResponderEliminarIronía, sarcasmo y autocrítica permean "Lo mejor está por venir": 8 puntos
Como la fábula del escorpión que le pide a la rana que lo ayude a cruzar una charca, pero a mitad de camino le mete un aguijonazo porque no puede ir contra su propia naturaleza, Lo mejor está por venir, nueva película de Nanni Moretti, confirma que la obra de un autor se compone de eternos retornos y obsesiones inevitables que le dan forma a su identidad cinematográfica. Un Moretti auténtico que regresa a los temas que lo ocupan desde que arrancó a filmar en los ‘70 y que vuelve a rascarse donde le pica. O como el escorpión, a picar justo donde duele.
Acá no faltan ni el alter ego autoreferencial ni los juegos metacinematográficos. También dicen presente los giros psicoanalíticos, los números musicales y las coreografías que surgen de la nada para mejorar la realidad, la discusión política que vuelve a proponer al comunismo como filtro para ver y entender el mundo y el perfil de Roma como escenario omnipresente. Elementos que serán procesados por las licuadoras de la ironía, el sarcasmo y una autocrítica a la que la gracia habitual de Moretti no le quita ni lo salvaje ni lo adecuado. Todo eso al servicio de la historia de un director de cine obsesivo, al que diversas crisis le complican avanzar no solo en el rodaje de una nueva película, sino directamente en la vida.
Giovanni encara ese trabajo aferrado a una serie de rituales casi bilardistas que le dan seguridad: ver en familia Lola (1961); evitar que las mujeres usen calzados que dejen a la vista sus talones; dar vueltas por alguna de las plazas circulares de la ciudad. Sin embargo, el paso del tiempo interviene en la ecuación, impidiéndole cumplir con algunos de ellos. Por ejemplo: su hija lo abandona apenas comenzada la película de Demy para irse con su nuevo novio. Su esposa y productora hará lo propio, para atender cuestiones que tienen que ver con la producción de la película de otro director.
Lo mejor está por venir intercala dos líneas narrativas. Por un lado, la vida de Giovanni, quien, como los personajes de Woody Allen en sus propias películas, parece vivir en un estado de crisis permanente. Por el otro, las escenas de la película que está rodando, ambientada en un barrio obrero romano en los ‘50. Ahí retrata la relación entre el jefe local del Partido Comunista y una militante, quienes organizan la visita de un circo húngaro, justo cuando en Hungría estalla la revolución anti soviética de 1956. Estas dos líneas le permiten a Moretti jugar con el cruce de pares opuestos: el de realidad y ficción; el de presente y pasado; el de los sueños rotos y las utopías eternas.
El paralelo entre Moretti y Allen es (siempre lo fue) inevitable. La escena donde su alter ego interrumpe un rodaje ajeno para hacer entrar en cuadro a distintos intelectuales que justifican su visión del mundo recuerda a la disruptiva y cómica aparición de Marshall McLuhan en Annie Hall (1977). Su colección de citas cinematográficas que añoran un pasado siempre mejor también lo son, aunque Moretti elija esa mirada esperanzada que anida en el título. Y es que Lo mejor está por venir es una película sobre el cine, sobre el estado de la industria y el valor que la sociedad actual, obsesionada con la lógica mercantil, le da a la cultura.
Pero esa tensión que Moretti propone entre presente y pasado también le sirve para usar al cine como herramienta para rescribir la historia a gusto, a lo Quentin Tarantino. El cine como espacio donde el pasado puede ser mejorado por la ficción a través de la puesta en escena de la autocrítica, un ejercicio muy útil que nunca está de más, aunque muchos se niegen a aceptarlo. Por todo eso, no hay un lugar y un tiempo más oportunos que la Argentina 2024 para este estreno: a veces y para algunas cosas, el peor momento es el mejor.